Feijóo reivindica su «derecho» a formar gobierno y pedirá al resto que permita su investidura

El PP de Alberto Núñez Feijóo ha vuelto a ganar las elecciones generales siete años después, derrotando al PSOE del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que adelantó estos comicios a pleno verano tras su batacazo en las municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo. Sin embargo, los populares, con 136 escaños (con un 33% de respaldo), uno menos que los 137 de Mariano Rajoy en 2016, no podrán gobernar en una suma sólo con Vox (33), que retrocede con respecto al 10N de 2019, dado que ambos partidos no llegan a los 176 diputados.

En este escenario, fuentes de Génova remarcan que con una subida de 47 escaños y una caída de 5 de la «coalición de Gobierno» (PSOE y Sumar), el jefe de la oposición «reivindicará su derecho a formar Gobierno y pedirá al resto de partidos que, como es habitual en democracia, permitan la investidura del candidato que ha ganado las elecciones», avanzan tales fuentes. El PP ha logrado más de 8 millones de votos (tres millones más que en 2019), ha pasado un apoyo de menos del 21% al 33% y ha ganado en 40 de las 52 provincias y ciudades autónomas.

«No hay modelo que no pase o por Feijóo o por el sí expreso de Bildu. Reivindicamos para Feijóo el mismo compromiso que Feijóo tuvo, por ejemplo, en Vitoria. El objetivo, restar capacidad de decisión a la izquierda abertzale», sostienen los populares, recordando que el PP ofreció sus votos al PSOE y al PNV en el Ayuntamiento de la capital vizcaína para impedir que la formación proetarra gobernase.

«No entenderíamos una decisión que no fuera en esa dirección, y recordamos que nunca este país hizo presidente a quien había perdido las elecciones», han informado fuentes del PP.

La formación de Feijóo ha conseguido mejorar notablemente su resultado con respecto a las anteriores generales, en las que bajo mandato de Pablo Casado quedó en segundo lugar y cosechó 89 diputados. Un año y medio después de la mayor crisis interna vivida por el PP en décadas, provocada por la acusación de falta de ejemplaridad que lanzó el propio Casado contra la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, Feijóo ha rearmado el partido, ha primado la autonomía de sus barones y ha llevado al PP a ser la primera fuerza política de España en el Congreso, como no ocurría desde 2016. Y lo ha hecho venciendo a Sánchez en las urnas, algo que no consiguió Casado ni el 26 de abril de 2019 ni el 10 de noviembre del mismo año.

«Dispersión»

Durante toda la campaña y especialmente en la recta final, Génova centró su estrategia en llamar al voto útil para restar votos a Vox. En concreto, el PP se marcó el objetivo de centrar sus esfuerzos en evitar que muchos votos al partido de Santiago Abascal en pequeñas circunscripciones pudieran no convertirse en parlamentarios, e incluso beneficiaran al PSOE. Así, los de Feijóo se volcaron en las provincias de 3, 4 y 5 diputados.

«Nuestro modelo electoral premia la concentración del voto y castiga mucho la dispersión. Si queremos evitar que Sánchez sume una coalición de bloqueo, debemos concentrar el voto», afirmaron desde la dirección del PP.

«La dispersión penaliza brutalmente en nuestro sistema electoral y eso beneficia al PSOE sin beneficiar en nada a Vox. Debemos concentrar el voto de todos los que queremos un cambio en España o no lograremos echar a Sánchez y a sus socios», advirtió Génova.

Este domingo la secretaria general del PP y portavoz en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, subrayó que es «la primera vez en 27 años» que un presidente del Gobierno que se presenta a la reelección «pierde las elecciones». «Desde el año 96 con Felipe González, nunca un presidente del Gobierno que se ha presentado a la reelección ha perdido las elecciones y todo parece indicar que hoy hay alguien que sí las ha perdido y ese es Pedro Sánchez», enfatizó.

En una comparecencia en Génova tras el cierre de los colegios, Gamarra remarcó que «a los españoles se nos ha consultado quién queremos que sea nuestro próximo presidente y la respuesta mayoritaria ha sido Alberto Núñez Feijóo».